Si lo he jugado es básicamente porque mi pareja me lo regaló por reyes. Es de esa clase de personas que jugaba a esto cuando las cosas eran letras y palos, ya me entendéis. Intentó enseñarme a jugar en ese momento, hará unos tres años, y me pareció tan
apetecible como comerme un ajo crudo. Además no entendí nada, para qué voy a mentir. No era capaz de interpretar lo que veía.

Como contexto yo no vengo de Rimworld ni otros juegos de gestión duros porque no me suelen gustar. Yo vengo de Stardew valley y Two points hospital, ¿vale?

Las historias de las fortalezas de gente sonaban muy interesantes pero era más divertido leerlas que jugar yo. Hasta ahora. Ahora que soy capaz de entender lo que veo me he enamorado de este juego. Es muy complejo, pero no puedes decir que las cosas no tengan sentido (excepto los arrebatos de creatividad que acaban siendo una copa con amenazantes pinchos) y a veces es un poco (o bastante) agobiante pero no llega a ser frustrante. Es gracioso porque como cada enano tiene una personalidad hay algunos con los que te acabas encariñando y otros que te caen mal, y eso que tú lo único que haces es darles órdenes.

Pensé que tendría que jugar mucho tiempo hasta que me pasaran cosas de las que la gente hablaba que eran divertidas, como lo del alcalde matando dos osos con las manos desnudas y siendo re elegido por años después de aquello, si es que me llegaban a pasar y no me cansaba antes, pero me equivocaba.

Esta mañana un oso pardo ha atacado a una perra callejera sin nombre que estaba tranquilamente papando moscas por el exterior, mis guardias enanos que estaban entrenando cerca han acudido a salvarla inmediatamente pero no ha hecho falta. La perra le ha arrancado la cabeza de los hombros al oso de un bocado sin ayuda de nadie. La guardia no ha tenido ni que ayudar. Más tarde, un niño enano estaba acariciando a esa misma perra en el exterior cuando un ladrón kobold ha intentado secuestrarlo. Esto a la perra le ha sentado regulinchi. Ni corta, ni perezosa, ni asustada por la pelea anterior (como sí lo estaban los demás animales que presenciaron la pelea) se ha lanzado a por el kobold, que le ha dado más guerra que el oso a la criatura, pero ni con esas ha conseguido hacerle un rasguño. Se ha ensañado con el kobold, la joía. No ha dado tiempo ni a los guardias a llegar a la escena del crimen. Con el oso por lo menos llegaron cuando este todavía vivía.

Resultado: La perra ahora se llama Zèglor y ha sido adoptada por la comandante de la guardia.

P.D: Más tarde descubrí que en verdad se había cargado a dos kobolds, pero el cadaver del otro estaba en un estanque, lo había estado zarandeando un poco hasta que salió despedido. Así juega ella... creo.

Si lo he jugado es básicamente porque mi pareja me lo regaló por reyes. Es de esa clase de personas que jugaba a esto cuando las cosas eran letras y palos, ya me entendéis. Intentó enseñarme a jugar en ese momento, hará unos tres años, y me pareció tan apetecible como comerme un ajo crudo. Además no entendí nada, para qué voy a mentir. No era capaz de interpretar lo que veía. Como contexto yo no vengo de Rimworld ni otros juegos de gestión duros porque no me suelen gustar. Yo vengo de Stardew valley y Two points hospital, ¿vale? Las historias de las fortalezas de gente sonaban muy interesantes pero era más divertido leerlas que jugar yo. Hasta ahora. Ahora que soy capaz de entender lo que veo me he enamorado de este juego. Es muy complejo, pero no puedes decir que las cosas no tengan sentido (excepto los arrebatos de creatividad que acaban siendo una copa con amenazantes pinchos) y a veces es un poco (o bastante) agobiante pero no llega a ser frustrante. Es gracioso porque como cada enano tiene una personalidad hay algunos con los que te acabas encariñando y otros que te caen mal, y eso que tú lo único que haces es darles órdenes. Pensé que tendría que jugar mucho tiempo hasta que me pasaran cosas de las que la gente hablaba que eran divertidas, como lo del alcalde matando dos osos con las manos desnudas y siendo re elegido por años después de aquello, si es que me llegaban a pasar y no me cansaba antes, pero me equivocaba. Esta mañana un oso pardo ha atacado a una perra callejera sin nombre que estaba tranquilamente papando moscas por el exterior, mis guardias enanos que estaban entrenando cerca han acudido a salvarla inmediatamente pero no ha hecho falta. La perra le ha arrancado la cabeza de los hombros al oso de un bocado sin ayuda de nadie. La guardia no ha tenido ni que ayudar. Más tarde, un niño enano estaba acariciando a esa misma perra en el exterior cuando un ladrón kobold ha intentado secuestrarlo. Esto a la perra le ha sentado regulinchi. Ni corta, ni perezosa, ni asustada por la pelea anterior (como sí lo estaban los demás animales que presenciaron la pelea) se ha lanzado a por el kobold, que le ha dado más guerra que el oso a la criatura, pero ni con esas ha conseguido hacerle un rasguño. Se ha ensañado con el kobold, la joía. No ha dado tiempo ni a los guardias a llegar a la escena del crimen. Con el oso por lo menos llegaron cuando este todavía vivía. Resultado: La perra ahora se llama Zèglor y ha sido adoptada por la comandante de la guardia. P.D: Más tarde descubrí que en verdad se había cargado a dos kobolds, pero el cadaver del otro estaba en un estanque, lo había estado zarandeando un poco hasta que salió despedido. Así juega ella... creo.